Nunca Mueren Los Deseos (Sabrina y Fernando)

Capítulo 423



Capítulo 423

Capítulo 423

En casa de los Bracamonte, Pamela no pudo volver al Grupo Santander después de que se conoció

su incidente, pero se quedó en casa.

La señora Bracamonte fue a ver a la señora Santander. Pero Mdm Santander se negó a ayudarla.

Parecía que Mdm Santander estaba del lado de Sabrina.

La señora Bracamonte se desmayó de ira. Llevaba varios dias acostada en la cama.

Pero era dificil para ella estar bien como antes. Se puso ansiosa. Cornelius se sintió molesto por esto

aunque se recuperó.

No podía verla seguir así como hijo de la señora Bracamonte. Belongs to (N)ôvel/Drama.Org.

Asi, Cornelio llamó a la puerta de la señora Bracamonte para mostrarle sus preocupaciones en la

madrugada.

La señora Bracamonte seguía ansiosa y no podía escucharlo. No tuvo más remedio que rogarle que

dejara de enfadarse así.

“Mamá, por favor. No seas asi, ¿de acuerdo? Tienes que animarte”. Cornelius suspiró y trajo un plato

de sopa para alimentar a la señora Bracamonte.

Ella lo miró con enojo. Cornelio fue tan cobarde. Todos estaban pensando en cómo vencer a Sabrina

menos él. Fingió que no pasó nada después de que lo recuperaron.

Tampoco le importó que echaran a Pamela del Grupo Santander.

¿Qué podria hacer Pamela sin una buena reputación?

“Cornelius, quieres que coma algo. Pero, ¿cómo? ¿Qué puede hacer Pamela ahora? ¿Alguna vez lo

has pensado? Solo hay una niña, Pamela, en los Bracamontes. ¿Puedes decirme qué podemos

hacer?” La señora Bracamonte dijo en voz baja y apretó los dientes. Ella agarró la almohada con

fuerza.

“Todo es culpa de Sabrina. ¿Por qué no se va al infierno? Nos matará”.

Cornelius estaba ansioso y no tenía nada que hacer. ¿Qué más podía hacer? Tomó tiempo pensar en

una buena idea. “Mamá, pensemos en eso más tarde. ¿Quieres tomar un poco de sopa ahora?”

“¡Sal! No quiero comer. ¿Qué harás si muero?” La señora Bracamonte dijo con voz áspera.

Cornelius se sintió torturado por las preocupaciones. Tenía miedo de que la señora Bracamonte se

hiciera daño así, sin comer ni beber. Sería el menos filial de los Bracamonte si ella moría. ¿Cómo

podría conocer a otros miembros de la familia en el futuro?

“Mamá, encontraré una manera de resolver este problema, ¿de acuerdo? No te preocupes”, prometió

Cornelius.

La señora Bracamonte lo miró. Ella no estaba tan enojada. Simplemente no le gustaba la actitud de

Cornelius sobre este asunto. Ella dijo: “Entonces ven y dame de comer”.

Cornelio asintió. “Mamá, podemos resolver este problema poco después de que estés bien,

¿verdad?”

La señora Bracamonte asintió y dijo en voz baja: “Lamento haberte dejado casarte con la mamá de

Sabrina. Ella hizo feliz al viejo Sr. Bracamonte cuando estaba viva. No me respetó y hasta me maldijo.

No tienes que arrepentirte”. sobre su hija”.

Cornelius asintió, “Mamá, lo entiendo. Sabrina no es mi hija ahora. Solo tengo una hija que es

Pamela”.

La señora Bracamonte quedó satisfecha y comenzó a desayunar.

Pero Cornelius se puso ansioso. ¿Que podía hacer?

¿Cómo podría él lidiar con este problema?

Se preocupo por eso durante un tiempo. Salió del dormitorio a buscar a su amiga para pensar en

soluciones cuando la señora Bracamonte terminara su desayuno. Sabrina tenia que depender del

Grupo Santander. Estaría en contra de los Bracamontes.

Debe ser cauteloso.

Cuando salió del dormitorio, vio que Pamela bajaba las escaleras con una pequeña maleta. El

preguntó: “Pamela, čadónde

vas?”.

Pamela puso una cara larga y dijo: “Iré a Selolia a visitar a la mamá de Fernando”.


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