Capítulo 16
Capítulo 16
Capítulo 16
Según la linea de tiempo, aún faltarian tres años para la muerte del abuelo Mateo para que se revelara la identidad de Fabio:
¿Acaso su renacimiento, sin querer, cambió todo eso?
En ese momento, Lorena palideció por las palabras del abuelo Mateo.
¿No se decía que Fabio era un huérfano? ¿Cómo poder el nieto del abuelo Mateo?
Entonces, ¿todo lo que ella habia dicho antes fue escuchado por el abuelo Mateo?
Ofender al abuelo Mateo significaba no tener futuro en el mundo financiero.
Pensando en eso, Lorena miró a Sebastián buscando ayuda.
“Abuelo Mateo, Lorena sólo habló sin pensar, teniendo en cuenta su juventud, por favor, no sea tan duro con ella“. Belonging © NôvelDram/a.Org.
El abuelo Mateo sólo resopló por la nariz: “Había escuchado que el Sr. Borrego tenía un genio en el negocio, pero ahora veo que no es para tanto“.
Lorena se puso pálida.
Claramente, Lorena habia perdido toda simpatía por parte del abuelo Mateo.
Fernanda observó toda la escena.
A esas alturas, incluso si Sebastián interviniera, no serviría de nada. Hablar asi del nieto de alguien, y que no lo expulsaran del lugar ya era un favor.
Sebastián apretó los labios y no dijo más.
Cuando la mirada del abuelo Mateo se posó en Fernanda, se suavizó un poco: “Tú debes ser la niña de la familia Sierra, ¿verdad?“,
Fernanda, volviendo en si, vio que el abuelo Mateo le hablaba directamente, así que asintió y dijo: “Soy Fernanda Sierra“.
“El abuelo Sierra no era muy guapo de joven, pero su nieta resultó ser muy hermosa. Hace más de cuarenta años, tu abuelo y yo éramos compadres. Ahora, en un abrir y cerrar de ojos, ya has crecido tanto“.
¿Compadres?
o y nunca había
En la memoria de Fernanda, su abuelo siempre había sido despreocupado, habia fallecido y
mencionado conocer al abuelo Mateo.
Justo cuando Fernanda no sabia cómo responder, el abuelo Mateo se acercó y preguntó: “¿Ya te casaste?“. Fernanda asintió: “Si, estoy casada“,
*¿Con quién te casaste?“.
Fernanda echó un vistazo a Sebastián, quien estaba a su lado.
Cuando el abuelo Mateo vio a Sebastián, su rostro de inmediato se ensombreció,
“¡El nieto del viejo Borrego es un fastidio!“.
Al escuchar al abuelo Mateo decir eso, Sebastián simplemente sonrió levemente: “Mi abuelo siempre
recordaba al abuelo Mateo con cariño, parece que su relación en el pasado era buena“.
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“Quien dice que tuvimos una buena relación!“.
Entre las conversaciones de todos, sólo Lorena se quedó al margen, sintiéndose incómoda, como si fuera aire que nadie vein.
Cuando el abuelo Mateo se fue, Lorena tiró del brazo de Sebastián: “Sr. Borrego, quiero irme“,
Sebastián miró el cielo afuera y dijo: “Te llevaré“.
Lorena preguntó ¿Y qué hay de Fernanda?“.
Sebastián echó un vistazo a Fernanda, que estaba charlando felizmente con el abuelo Mateo, y dijo friamente “Ella puede volver por su cuenta“.
Lorena miró a Fernanda con un atisbo de envidia.
¿Por qué Fernanda recibia el favor del viejo? Simplemente no era justo.
Por otro lado, Fernanda vio cómo Sebastián y Lorena se iban uno tras otro del club.
Carlos se acercó y dijo en voz baja: “El Sr. Borrego acaba de llevar a la Srta. Lorena de vuelta a su residencia“.
“Entendido“.
Carlos penso que Femanda rompería a llorar al escuchar esa noticia, pero se sorprendió de ver su reacción
tan serena.
A un lado, Fabio preguntó: “¿Sebastián llevó a otra a casa?“.
Y a Fernanda no le pareció vergonzoso: “¿Acaso no es obvio?“.
No sólo ella lo habia visto, todos lo habian visto.
En dos ocasiones, Sebastián no tuvo en cuenta a su esposa, sin ningún reparo llevó a otra mujer a su casa, dejando a su propia esposa abandonada en la fiesta.
Quién sabia qué tipo de rumores circularian al día siguiente entre las damas de la alta sociedad.
“¿No estás enojada?“.
“No, no lo estoy“.
En su vida pasada ya habia le habia dedicado suficiente importancia a Sebastián, y ahora no volveria a
cometer el mismo error.
Fabio, observando el perfil de Fernanda, a pesar de su aparente indiferencia, aún pudo ver un atisbo de soledad en sus ojos.
“¿Me daria el honor de llevarla a casa, Srta. Fernanda?“.
Ya era tarde y Fernanda de verdad habla tenido suficiente de estar alli.
Carlos, parado a un lado, dijo: “Sr. Fabio, permita que yo lleve a la señora a casa“.
Fabio ignoró a Carlos, esperando la respuesta de Fernanda.
Fernanda se levantó: “Seria una molestia para usted, Sr. Fablo“.
Fabio, como todo un caballero, se posicionó al lado de Fernanda, dejando a Carlos sólo y desordenado por
el viento.
¿Cómo iba a explicarle eso al Sr. Borrego al volver?
Fernanda’siguió a Fabio hasta el auto, que era conducido por Javier.
Solo Fabio podria hacer que el gran heredero de la familia Ferreira actuara como chofer
“Fabio, te esperé afuera por horas, ¿y tú dentro coqueteando?”
Desde el espejo retrovisor, Fernanda pudo percibir el disqusto en Javier.
Fabio respondió con indiferencia: “Primero llevaremos a la Srta. Fernanda a casa“.
“Eh, pero luego tenemos que ir a
Javier no termino de hablar cuando Fabio le dio una a al respaldo del asiento del conductor.
Al ver la mirada de advertencia de Fabio en el espejo retrovisor, Javier de inmediato se calló.