Capítulo 719
Capítulo 719
Dorian la miró y dijo con un tono casual: “Sí, un poco.”
Amelia no se sorprendió por su franqueza. Desde que se conocieron, él había respondido con honestidad a todas sus preguntas.
Por eso, aprovechó para preguntar: “¿Qué es lo que pasa?”
“He llegado a un acuerdo con Alejandro sobre el tema del puerto. Yael piensa que solo cooperé con Alejandro por ti y quería que estuvieras al tanto,” explicó Dorian con una voz suave. “Pero no quiero que te sientas incómoda por eso además, la colaboración entre el Grupo Esencia y el Grupo Terrén se basa en estrategias de desarrollo mutuo, no, hay ningún otro interés involucrado, así que no era necesario que supieras.”
Aunque no estaba diciendo toda la verdad, no había nada oculto ni engañoso en sus palabras.
Amelia asintió con comprensión, pero pensando en el comportamiento extraño de Yael en los últimos días, no pudo evitar sentirse un poco inquieta. Text property © Nôvel(D)ra/ma.Org.
“¿Estás seguro de que no es por mí que hiciste esa concesión?“, preguntó en voz baja. “Ellos me salvaron y esa es una deuda que tengo con ellos. Yo debo pagarles por su bondad, pero los negocios son negocios. No quiero que hagas algo por sentirte obligado, porque eso me dejaría intranquila para siempre.”
Dorian le sonrió y se acercó para abrazarla suavemente.
“No te preocupes, yo nunca hago cosas por obligación,” le susurró al oído, minimizando un poco la situación.
Después la miró seriamente a los ojos y dijo: “Pero te equivocas en una cosa, lo tuyo es mío también. Ellos te salvaron y no es solo tu deuda sino nuestra.”
“Pero…” Amelia quería decir algo más. Quizás porque aún no se había acostumbrado a depender completamente de Dorian, le resultaba difícil aceptar todo lo que él hacía por ella sin sentirse cargada de culpa.
Sin embargo, antes de que pudiera terminar, Dorian ya estaba hablando con voz tranquila: “Amelia, no me excluyas de tu mundo. No hay necesidad de dividir lo tuyo y lo mío entre nosotros.”
Ella lo miró, sorprendida.
El continuó, mirándola fijamente: “En el pasado, nos perdimos mucho por tener demasiadas barreras entre nosotros. Pero podríamos intentar vivir como otros esposos, compartiendo todo, sin divisiones, ¿qué te parece?”
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Capitulo 719
“Pero…” Amelia quería estar de acuerdo, sentía que podía hacerlo con las pequeñas cosas de la vida, pero esto le parecía demasiado grande.
“Creo que la gratitud es una carga emocional muy pesada y no necesitas llevarla por mi,” no pudo evitar expresar su pensamiento.
“No la llevo por ti,” dijo Dorian con seriedad. “Gracias a ellos, tuve la oportunidad de recuperarte. Esta gratitud es mía, no tiene nada que ver contigo. Así que lo que haga por ello, viene de mi propio sentimiento de agradecimiento y no tiene nada que ver contigo, ¿entiendes?”
Finalmente, convencida por la seriedad y la calma en sus ojos, asintió lentamente:
“Entiendo.”
Dorian finalmente sonrió y por costumbre, acarició su cabeza: “Bien, dejemos este tema y ve a asearte.”
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Ella asintió: “Está bien.”
Dorian la vio tomar su ropa y entrar al baño, suspiró aliviado.
Serena, que lo observaba con ojos grandes y curiosos, no pudo evitar preguntar: “Papi, ¿por qué suspiras?”
“No es un suspiro,” corrigió Dorian, pero no podía explicarle que era de alivio, porque seguramente le preguntaria “¿por qué estás aliviado?” y eso llevaría a más
explicaciones complicadas.
La curiosidad de la pequeña no se detuvo ahí y siguió preguntando: “¿Entonces qué es?” Dorian respondió: “Es exhalar.”
Serena preguntó de nuevo: “¿Y por qué exhalas?”
Dorian respondió con una sonrisa: “Para ejercitar el corazón y los pulmones.”
“Ah,” Serena asintió con una mezcla de comprensión y confusión, para luego, sin poder evitarlo, fruncir el ceño y preguntarle, “¿pero qué es eso de ejercitar el corazón y los pulmones?”
Su atención finalmente había sido desviada con éxito.
Dorian estaba más que dispuesto a ilustrarla con esos pequeños datos, asi que la tomó en brazos y mientras secaba su cabello, le explicó todo con detalle. La curiosidad de la pequeña quedó completamente satisfecha.
Sin embargo, Dorian no podía dejar de pensar en aquel asunto pendiente, algo que realmente no podía esperar.
Capítulo 719
Al día siguiente, en nombre de la familia, organizó una cena de agradecimiento en un restaurante muy lujoso de Arbolada para Miranda y Alejandro Terrén, donde mostró su gratitud por haber salvado a Amelia, entregando conjuntamente un regalo y una compensación monetaria.
Dorian asistió al banquete de agradecimiento junto con Amelia y Serena.
Cuando llegaron al restaurante, Miranda y Alejandro aún no habían llegado.
Era la primera vez que Serena asistía a un restaurante tan elegante y formal; su carital reflejaba todas las preguntas que tenía mientras observaba el suntuoso y solemne ambiente. No pudo evitar girarse y preguntarle a Dorian: “Papi, ¿por qué tenemos que venir a comer aquí?”
“Miranda y Alejandro salvaron a tu mamá, tenemos que agradecerles, por eso los invitamos a comer aquí,” le explicó Dorian con voz suave.
Era la primera vez que Serena oía que su mamá había sido salvada por un señor y una señora, le dijo a Dorian muy seriamente: “Entonces yo también quiero agradecerles
mucho.”
En medio de su conversación, Miranda entró al establecimiento y de inmediato vio a Amelia al lado de Dorian, concentrando toda su atención en ella. Al entrar, se acercó con una sonrisa de sorpresa y exclamó: “¡Meli!”
Mientras hablaba, cruzó por donde estaban Dorian y Serena, se acercó a Amelia y la
abrazó con los brazos abiertos.
“Lo siento mucho por ayer, tuve un asunto urgente y tuve que irme antes, dejándote plantada,” se disculpó Miranda en su oído, con remordimiento.
“No hay problema, madrina,” respondió Amelia con una voz suave, tratando de tranquilizarla, aunque no estaba muy acostumbrada a ese tipo de afecto tan efusivo.