Diario de una Esposa Traicionada por Rocio H. Gómez

Diario de una Esposa Traicionada Capítulo 199



Capítulo 199 

No lograba 

entenderlo. Solo pude retroceder instintivamente y preguntar: “¿Qué quieres decir?” 

“Que no nos divorciemos, ¿puede ser?” 

Isaac tomó mi muñeca, frotando donde mi pulso latia diciéndome: “De ahora en adelante, solo te quiero 

a ti, no me importa nadie más.” 

“Incluyendo a Victoria y Andrea?” 

“Si.” 

“Isaac.” 

Me pareció ridículo al extremo y le pregunté: “¿Tú mismo te crees eso?” 

Si se tratara de un despertar repentino, habría llegado demasiado tarde. 

No esperaba que ese dia me creyera, pero eso tampoco compensaba todas las distancias pasadas. Su voz era calmada y me preguntó: “¿Aún no quieres?” 

Lo miré fijamente y pronuncié tres palabras: “No, no quiero.” 

Si volviéramos al momento antes de perder al niño, quizás habría aceptado de inmediato. Pero en aquel momento, no veía ninguna razón para aceptar. ¿Fue cuando me atropellaron y él corrió a ayudar a otra persona? ¿O fue cuando perdi al bebé y su bofetada no fue lo suficientemente fuerte? Nuestro matrimonio ya no tenía salida. 

Isaac permaneció en silencio por un largo tiempo, apretando mi mano cada vez más, hasta que en sus ojos solo quedó una clara ironía: “Incluso puedo hacer como que no he visto estas fotos, ¿eso no es suficiente?” 

Esas palabras me helaron como si en pleno invierno me hubieran echado un cubo de agua fría, de cabeza a pies, mi sangre se congeló. 

Forcejeé una sonrisa, pero las lágrimas se adelantaron y me solté bruscamente de su agarre dicién “Así que, ¿nunca me creiste?” 

“Isaac, así que en tus ojos soy ese tipo de persona.” 

“Cloé…” Su expresión se torno repentinamente ansiosa e intentó tocarme. 

Evité su mano, retrocediendo mientras reía y movia la cabeza: “En tus ojos, ya me fui con otro, qué asc ¿no te da repulsión tocarme?” 

Se quedó un poco atónito e intentó explicarme: “No es eso…” 

“¡Isaac, basta de hipocresías!” 

Dicho eso, corri escaleras arriba y cerré la puerta de mi habitación de un golpe. Me escondi en el baño, intentando con todas mis fuerzas contener las lágrimas, no podia permitirme llorar por él, pero las lágrimas se adelantaron, compitiendo por salir. Aunque me había resignado al divorcio, no era invulnerable. También era un ser humano y también sentia dolor. ¿Cómo pudo insultarme asi? Ocho años, para terminar de esa manera. Qué triste. 

Después de eso, Isaac y yo pareciamos haber llegado a un acuerdo tácito. Durante tres o cuatro días, cada vez que me levantab él ya se había ido, y no volvía hasta que yo estaba durmiendo. Así que no 

1/2 RêAd lat𝙚St chapters at Novel(D)ra/ma.Org Only

15.02 

Capitulo 199 

era difícil aguantar. 

Sin embargo, David me envió algunos mensajes por WhatsApp, preguntándome si estaba bien. 

Cuando Isaac se obsesionaba, nadie podía hacer nada al respecto, y ya que su relación estaba bastante tensa, no quería empeorar las cosas. Además, no había razón para involucrar más a David. Así que le respondia que todo estaba-bien y que no se preocupara.. 

Esa noche, mientras me lavaba y estaba medio acostada en la cama leyendo, de repente escuché voces apresuradas y agitadas desde abajo. 

Instintivamente, me preparé para ir a ver, pero justo cuando abrí la puerta, escuché a Mario rogando casi suplicante: “Aunque no te preocupes por tu propia salud, piensa en tu abuelo, ¿qué pasará con la familia Montes si caes enfermo?” 

En esa gran casa, las únicas personas a las que Mario trataria con tal respeto éramos Isaac y yo. Me detuve con la mano en la puerta, algo tiró de mi corazón, pero pronto volví a la calma. Después de todo, él ya estaba cerca de los treinta y debería saber cuidar de su salud. Eso pensé, y cerré la puerta de 

nuevo. 

Justo antes de que se cerrara por completo, escuché la voz ronca de Isaac diciendo: “No es nada grave, llama al médico para que me venga a ver.” 

クウ 

15:02 


Tip: You can use left, right, A and D keyboard keys to browse between chapters.